En la ventana, en los muebles, allí en donde el silencio es mas fuerte, en la madrugada, en la cocina, en el sitio preferido donde se acurruca tu ausencia, allí hay restos de ti, en los olores, en las frases recurrentes, donde calienta el sol, en ese lugar se acumulan, es allí donde te encuentro a diario, tan pequeña y tan grande tu presencia irradiaba amor, aquí en las mañanas todo sigue igual, aún hurgo tus recuerdos y encuentro restos de ti, en mi memoria, en las fotos desperdigadas en la casa, donde no podías estar y que siempre fue mi sitio preferido, en el que te apoyabas, donde siempre te encontraban mis manos, al correr, al reír, en ese espacio olvidado por todos donde coincidíamos, en tus ojos, en los míos...es en ellos que se reflejan los preciados restos de ti...
Otra vez en la encrucijada de mi acostumbrada vigilia El silencio reverberando en lugar de tu compañía atemporal y como siempre, desde mi balcón, agito la copa vacía Pero tu ausencia no escucha los ecos de este momento ideal Tu soliloquio escurre las palabras que espero con demasía Sigues postergando mi estadía junto a tu sitial Porque nuestra geografía se vuelve distancia imposible de franquear Está fraguada por linderos y mares de ansiedad Se devela que no hay atajos, ni recodos para quien no quiere llegar Demuestra ese hábito tu mirada al virar lejos de mi soledad Siempre a paisajes ajenos a mi sabana suele vislumbrar Incuestionablemente la cuestión suele aflorar ¿no hace mella mi letanía en tu individualidad? ¿No acorta los pasos mi verborragia ensimismada al gritar? No queda más que hacia atrás empezar a marchar en soledad Devolver los pasos, que, aunque perdidos, sus huellas algo nos deberán enseñar
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