La infinita melancolía de esta noche, vuelve a llenar la vena de recuerdos vacíos, porque somos menos que las horas de nuestra plusvalía, a ciencia cierta el tiempo estático en nuestras mentes nos vuelve a espantar, a decirnos que los tiempos pasados siempre serán mejores, que el aquí y ahora resulta más agobiante que las horas de cal dibujadas en minutos pasados, porque el vino y la sal no se mezclan, porque el recuerdo y el tiempo son mala compañía, la dama melancolía sabe la fórmula perfecta para mantenerte inerte en el espacio, delinea sus ojos y encarnece sus labios, debe vernos recordar, sin olvido...no hay olvido
Otra vez en la encrucijada de mi acostumbrada vigilia El silencio reverberando en lugar de tu compañía atemporal y como siempre, desde mi balcón, agito la copa vacía Pero tu ausencia no escucha los ecos de este momento ideal Tu soliloquio escurre las palabras que espero con demasía Sigues postergando mi estadía junto a tu sitial Porque nuestra geografía se vuelve distancia imposible de franquear Está fraguada por linderos y mares de ansiedad Se devela que no hay atajos, ni recodos para quien no quiere llegar Demuestra ese hábito tu mirada al virar lejos de mi soledad Siempre a paisajes ajenos a mi sabana suele vislumbrar Incuestionablemente la cuestión suele aflorar ¿no hace mella mi letanía en tu individualidad? ¿No acorta los pasos mi verborragia ensimismada al gritar? No queda más que hacia atrás empezar a marchar en soledad Devolver los pasos, que, aunque perdidos, sus huellas algo nos deberán enseñar
Comentarios
Publicar un comentario