¿Cómo devolver los pasos al camino, si han pasado quién sabe cuantos kilómetros desde el día en que salí y las tardes recorridas? ¿cómo decirle a los pies que siga el camino de regreso, si no hay?...es querer tomar el reloj y retroceder manualmente la vida, es inútil pensar, ya cansado de este monólogo rutinario con el que me convenzo día a día de lo que el nano dice, caminando, dejando estela y volviendo a pisar este asfalto frío y apático, las razones sobran para ver el mismo cielo que me despidió, pensar en las aceras ahora destruidas de mi ciudad, añorar el calor agobiante y la vida que se desdibuja en este presente etéreo, que divertido sería volver, decirle al tiempo aquí estoy, voy a perderte entre tantas banalidades, voy a destilarte a fuego lento, que me encerraré en mi cuarto con todos mis fantasmas y los disfrutaré sin importar cuanto duelan, que de nuevo abrazaré al sol que se colará entre las persianas, ¿cómo hacer todo eso, si estoy tan lejos de poder volver a mi prisión? siendo libre...añoro las cuatro paredes y el umbral de mi celda...
Otra vez en la encrucijada de mi acostumbrada vigilia El silencio reverberando en lugar de tu compañía atemporal y como siempre, desde mi balcón, agito la copa vacía Pero tu ausencia no escucha los ecos de este momento ideal Tu soliloquio escurre las palabras que espero con demasía Sigues postergando mi estadía junto a tu sitial Porque nuestra geografía se vuelve distancia imposible de franquear Está fraguada por linderos y mares de ansiedad Se devela que no hay atajos, ni recodos para quien no quiere llegar Demuestra ese hábito tu mirada al virar lejos de mi soledad Siempre a paisajes ajenos a mi sabana suele vislumbrar Incuestionablemente la cuestión suele aflorar ¿no hace mella mi letanía en tu individualidad? ¿No acorta los pasos mi verborragia ensimismada al gritar? No queda más que hacia atrás empezar a marchar en soledad Devolver los pasos, que, aunque perdidos, sus huellas algo nos deberán enseñar
Comentarios
Publicar un comentario