Ir al contenido principal

Olvidándome

Pensar ahora es lo que invade mis días, derramar palabras al aire y sin sonido parecen ser mi nueva rutina, pensando por pensar, pensé que antes existías, no en mi, ni yo en ti, remonté mis años a esos que tanto dolían, de desvelos nocturnos, cuando el cielo se mostraba aún más profundo, y sin querer me tropecé con una pregunta que se afinca en mi melancolía, le imprime más nostalgia a estos días, ¿Dónde estabas mientras dormía?, te encontrabas en este espacio, quizás frecuentamos los mismos lugares de sol abrumante, pasamos desprevenidos al día en que nos conoceríamos, ¿dónde estabas cuando decidí no escuchar a mi razón?, quizás disfrutando de una buena canción, saboreando un beso prohibido, es posible que nunca nos hayamos visto, ni siquiera sabíamos que existíamos, ¿dónde estabas cuando decidí no llorar por ese sentimiento?, cortando un corazón, hablando tan cerca con alguien tan lejos, riendo en tu cama por ese beso, tejiendo fantasías en tu cerebro, no sabíamos que algún día nos permitiríamos hablar, contarnos cosas solo por escuchar, ¿dónde estabas mientras mis fantasías se develaban ante mis ojos?, quizás comiendo, descubriendo un viejo libro, o bailando para deleite de las estrellas, nunca estuvimos consientes que para alguno podríamos significar algo, no nos vimos, ¿dónde estabas mientras caminaba por las calles de mi vida, sólo y con compañía?, llorando por un amor perdido, decidiendo donde entrar, te arrebataban un beso, yo estaba solo y creo que tu también, seguro caminábamos por las mismas calles dos horas después, ¿dónde estabas cuando volví a reír?, entendiendo que eso no era para ti, discutiendo por algún desamor, escribiendo un nuevo destino, estábamos aquí, tan cerca y tan lejos, éramos dos extraños que no sabíamos que en algún momento chocaríamos y que luego no te entendería, que compartiríamos estos días, alejados, que dejaríamos una firma indeleble en nuestra historia y un adiós amargo para uno y para ti sería una solución, ¿donde estas ahora? que tanto ansío poder tocarte, que tan poco tiempo me regalaste, hoy que estas en mis pensamientos, aquí escribiéndote, deseándote y tu olvidándome....


“Yo estaba pensando, tu, contando las gotas de olvido que derramabas en tu memoria, la remembranza del pasado dibujó imágenes absurdas en mi cabeza, recordé y me pregunté si mientras estaba viéndola a los ojos tú estabas bailando el ritmo que te alejaba cada vez más de mí”

Comentarios

Entradas más populares de este blog

Para quien no quiere Llegar

Otra vez en la encrucijada de mi acostumbrada vigilia El silencio reverberando en lugar de tu compañía atemporal  y como siempre, desde mi balcón, agito la copa vacía Pero tu ausencia no escucha los ecos de este momento ideal  Tu soliloquio escurre las palabras que espero con demasía  Sigues postergando mi estadía junto a tu sitial    Porque nuestra geografía se vuelve distancia imposible de franquear Está fraguada por linderos y mares de ansiedad Se devela que no hay atajos, ni recodos para quien no quiere llegar Demuestra ese hábito tu mirada al virar lejos de mi soledad Siempre a paisajes ajenos a mi sabana suele vislumbrar Incuestionablemente la cuestión suele aflorar ¿no hace mella mi letanía en tu individualidad? ¿No acorta los pasos mi verborragia ensimismada al gritar?  No queda más que hacia atrás empezar a marchar en soledad Devolver los pasos, que, aunque perdidos, sus huellas algo nos deberán enseñar    

Te mentí, me dejaste hacerlo

Hola habitación, por última vez saludo nuestro pasado, reverberan sonidos comunes a nuestro andar, la última vez que lo hacen, acá mi habitación camaleón se torna rojiza, esos tonos de traición, los rincones y los recuerdos, las paredes mudas aún, mi habitación dibuja mi estar, aquí y ahora en las ráfagas de angustia que desmoronan su paz, te saboreo por última vez antes de cerrar tu puerta, el ventanal donde dijimos tantas verdades, la nostalgia no es sólo mía y tú lo sabes, derramar las palabras como tantas veces me has visto hacerlo para ti hoy es un deleite ansiado, somos cómplices, refugio y refugiado, somos dos y uno en los recuerdos, el humo, los cigarros, las bebidas, los ungüentos, las horas malgastadas y las risas desperdigadas, tanto aquí en mi habitación, a la que hoy digo adiós, las paredes marchitas y los números de años dibujados en tu ausencia, al parecer nos quitan el uno al otro, marchita ya pareces, mi habitación camaleón, cambiabas de color cada vez que te lo anunci...

El silencio que te regalo

  Puede que mi silencio sea ensordecedor, sin embargo mis labios respiran suspiros que dejan estelas en la ausencia que tus ojos han surcado en mi estadía, porque las horas hablan de la ausencia y de ti Pero, esos destellos de remembranza solo hacen más pesadas las horas, las hacen de roca, pesadas, lentas...y la eternidad se dibuja en este mar de esperas, en esta hora cuando no quiero que se extinga la lumbre de tus pupilas. Con mi silencio te grito, cada día, hasta que tu decidas escribir, hasta que vacíes pensamientos en mi y el cántaro se rompa para colmar en un segundo todos los días de este erosivo silencio que mis labios han aprendido a pronunciar para ti.