He sido un sueño imposible tatuado en las pupilas cotidianas del tiempo, una palabra, un vapor, y no lo he aprovechado, he sido verbos, he sido adjetivos, pero no soy más que un nombre silbado al viento, he pasado de ser un amigo a un idilio prohibido, me he aprovechado de lo que he sido en ciertos momentos, en otros no he querido saberlo, pero por ahí se dice que también he sido el sueño de princesas de turno, he querido ser tantas cosas, pero ninguna ha salido como he querido, he vivido en la memoria, en la espuma de las olas, he vivido en una carta, en el color sepia de fotos olvidadas, aunque no lo sepa he sido un desamor, he sido el beso prohibido de alguna que otra, he sido la tortura, el alivio y la desesperanza de ninguna, he sido lágrimas, risas y sentimientos encontrados, he sido víctima, y no ha quedado testigo de haber sido algo que nunca he sido, he sido una mentira, una coartada, una salida….pero nunca la mía, también fui una caricia, una velada desesperada para aplacar sentimientos hastíos, fui una docena de rosas, fui una carta desesperada quizás soy una canción alzada al viento, pero no soy yo, si he sido eso, es porque el tiempo ha decidido colocar a mi destino en el momento justo para que jale mis cuerdas y como buen verdugo ha sabido ejecutar cada segundo con la precisión que sólo su hoz consigue, soy porque soy, fantasma de la soledad presente oculto, un recuerdo, una palabra una noche prohibida o quizás soy sólo yo porque no he podido ser más nada que lo que soy.
Otra vez en la encrucijada de mi acostumbrada vigilia El silencio reverberando en lugar de tu compañía atemporal y como siempre, desde mi balcón, agito la copa vacía Pero tu ausencia no escucha los ecos de este momento ideal Tu soliloquio escurre las palabras que espero con demasía Sigues postergando mi estadía junto a tu sitial Porque nuestra geografía se vuelve distancia imposible de franquear Está fraguada por linderos y mares de ansiedad Se devela que no hay atajos, ni recodos para quien no quiere llegar Demuestra ese hábito tu mirada al virar lejos de mi soledad Siempre a paisajes ajenos a mi sabana suele vislumbrar Incuestionablemente la cuestión suele aflorar ¿no hace mella mi letanía en tu individualidad? ¿No acorta los pasos mi verborragia ensimismada al gritar? No queda más que hacia atrás empezar a marchar en soledad Devolver los pasos, que, aunque perdidos, sus huellas algo nos deberán enseñar
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