Desdibujada entre la bruma del manto nocturno como la visita fantasmal indeseada viene la nostalgia acompañada de su inseparable melancolía dejé abiertas las ventanas sin razón entraron por esos tiempos de memorias detenidas bañadas de alcohol divino pero diluido por la amargura del tiempo bañé mis rostro de nuevo conmigo y desvelado me fui por los techos del pasado perdido en el recóndito espacio de algún ayer un día sin contar de aquel presente lejano de ese pasado de mi futuro de esa hiel que envenena lentamente la sangre del recuerdo