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Mostrando las entradas de enero, 2021

Recurrencias

  Aquí estoy de nuevo, en la memoria de un sentimiento tan añejo que creí haberlo olvidado, otra vez tengo minado el corazón con tu voz, la razón nublada por tus palabras y se me atraganta un te amo en la garganta. Después de un milenio en espera y las heridas pasadas por sal, descubrí que tu cicatriz en mí no ha sanado como creí En estas tardes de sol tu ausencia pesa más que la tonelada de horas acumuladas en estos años de paz...

La brisa que aviva las brasas

La mínima expresión de un sonido reverberante en esta sempiterna melancolía desdibujó el lindero de mí corazón  hizo trizas la delgada línea de mí eterna timidez  Y me convencí  para arrastrar de mis  arrabales esta prosa rota,          como tus ojos y mis labios. Infinitas horas cómo piedra pasan     Dibujan la plusvalía de este tiempo    Y esta noche de soledad pristina  advirtió la desidia de tu estar en mí sacristía  como esas alhajas que ya nunca vestía,  De marea alta y  baja luna... inesperadas confesiones entre recesos de esta ansiedad inventada De honda respiración acelerada Sin tinta virgen Se me ocurre devolver al papel palabras         Esa misma con la que hace un siglo te escribía  Con trillada mirada en mi rostro cobarde... Como tu ya la conocías...      Escudándome tras un enorme mar de lágrimas... ...a medio mundo de tu estadía, tan largo y ancho como esta cobardía mía. Tarde es en las horas de nuestras vidas,     Se nos ha hecho una costumbre lejana regalarnos minutos,