Vaya a saber el tiempo de las noches aquellas que nunca borraremos de nuestra piel en la inmensa quietud de los días venideros, la nostalgia salvaje consume la vida de sal, las mañanas amargas sin el sabor del destilo amargo De tu piel, ayer fue, hoy la melancolía de los sentidos, que nunca fuiste ni seras, pero sabes, el tiempo es testigo, en vano, Noches, sábanas y días de sol , ¿para que los segundos pasan?, por qué la vida clama el sabor de tus labios, es quizás, la premura infinita de los lugares no visitados, las horas no malgastadas y el espacio olvidado en la mesa vacía de tus ojos oxidados por el tiempo finito