Como saber que la noche traería estas sorpresas, con las lenguas de sal lastimando tu destino, pasamos las horas y venimos arrastrando el pasado excesivo, como nunca nos verán, ladrones sigilosos de palabras ocultas a los demás, somos memoria de una mentira, la que no saben siquiera que escribe sobre sus verdades, en las complicidades de la espera, el día amanece y las palabras reverberan, abrazando la ausencia del cuerpo, repitiendo las horas y las letras, ahora en el silencio del día se derraman verdades, se vacía el pasado y tu y yo en el infinito espacio de la irrealidad momentánea, reímos y jugamos a dibujar nuestro futuro, así en la noche de las verdades, el alcohol y las voces, el brindis clandestino y las miradas falsas en las sombras, no te veo pero se que me ves y despierto por largas horas de piedras, me regalas tu vida encapsulada en letras distantes y cercanas como la verdad que arropa la lejanía de nuestras miradas.