Aquí estoy de nuevo, en la memoria de un sentimiento tan añejo que creí haberlo olvidado, otra vez tengo minado el corazón con tu voz, la razón nublada por tus palabras y se me atraganta un te amo en la garganta.
Después de un milenio en espera y las heridas pasadas por sal, descubrí que tu cicatriz en mí no ha sanado como creí
En estas tardes de sol tu ausencia pesa más que la tonelada de horas acumuladas en estos años de paz...
Me encantó, de verdad
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