Otra vez en la encrucijada de mi acostumbrada vigilia
El silencio reverberando en lugar de tu compañía atemporal
y como siempre, desde mi balcón, agito la copa vacía
Pero tu ausencia no escucha los ecos de este momento ideal
Tu soliloquio escurre las palabras que espero con demasía
Sigues postergando mi estadía junto a tu sitial
Porque nuestra geografía se vuelve distancia imposible de franquear
Está fraguada por linderos y mares de ansiedad
Se devela que no hay atajos, ni recodos para quien no quiere llegar
Demuestra ese hábito tu mirada al virar lejos de mi soledad
Siempre a paisajes ajenos a mi sabana suele vislumbrar
Incuestionablemente la cuestión suele aflorar
¿no hace mella mi letanía en tu individualidad?
¿No acorta los pasos mi verborragia ensimismada al gritar?
No queda más que hacia atrás empezar a marchar en soledad
Devolver los pasos, que, aunque perdidos, sus huellas algo nos deberán enseñar
Comentarios
Publicar un comentario