¿Alguien dejó alguna huella de nuestro pasado?, ¿Será cierto que existe una imagen acongojada y reducida en una gaveta enmohecida?, pensando que quizás exista un pedazo de nuestras almas robado en algún momento olvidado por nuestras conciencias y que a cada hora se vuelva más y más amarillo, hasta que seamos sepia, decidí pensar en eso, en que quise olvidar que olvidé haber sido parte de un momento fulminante, como una estrella fugaz, que el cigarro de mi mano izquierda no me dejó disfrutar, que el vaso a medio vaciar me urgía más que la melancolía de mi futuro, fue más sencillo esperar a que nunca terminara todo ese pasado, lo veía tan presente, que nunca pensé que no sería mi futuro.
De ti recordaré los lagos de espera...la mirada que no buscaba mutar desde mi yo de regaladas ausencias a soportar la estadía que te acusa, no mirabas... no entregabas Descubrirte fue encontrar el mar de silencio sentirme mal al escuchar el eco de mi voz volviendo siempre cargado de palabras, de mi bullicio Me canso también de ser yo quien te escriba que mis letras no floten en ese mar de estática como pesadas placas de metal, un material vacío que pesa tanto para tus ojos De ti me despido...porque no coincidimos la distancia mina, aletarga los encuentros... poco a poco esa tierra que soplaba se apelmaza sobre la piel se hace una costra que no nos deja mover y nuestros dedos quedan a milímetros de tocarse pero nunca lo hacen...se dibuja una costa En ese espacio, mínimo entre nuestros cuerpos... ahí, el viento se convierte en un remolino creando el torbellino de nuestro dilema el que me hace escribirte en secreto... mirando nuestras estatuas de cal a lo lejos y que aún, estando junt
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