Quizás tus dedos sean los que entrelacen mis memorias futuras, son tal vez tus manos diminutas las que impriman esos recuerdos que dejaran mi esencia en este aire, tendrás que verte al espejo, reflexionar ante los problemas que te regalaré y sin querer me odiarás por no saber comprenderte, espera, el tiempo te enseñará como lo hizo conmigo, tus ojos develarán las horas de mi vejez, tus pasos serán mi huella y tus anhelos mi condena, serán tus éxitos los divinos trofeos de calma, las caminatas y los celos que infundirán en mi tantas almas, tu camino será la estela de nuestro legado, seremos dos en uno y uno en dos, hoy tan lejos, mañana, lágrimas amargas por alguna partida que nos dolerá, tanto a ti como a mí, quizás derramaremos palabras juntos y buscaremos una solución a nuestro desespero, jugaremos por los caminos de nuestros destinos, juntos, no solos, serás el alma que levante mis manos, que arranque mis desmayos y la luz que alumbrará mi soledad acompañada, una espiral de ilusiones se siembra, germina como la corriente que lleva el río al mar, llegamos hoy a un punto inicial, una secuencia por empezar, mi mano extendida para enseñarte todo lo que alguna vez yo quise haber vivido y un espacio de sueños compartidos que desmenuzar, los tuyos aún están en el capullo de luna que los alimenta de esperanza, allí estaremos para ver cómo nacen y se desdoblan ante tus ojos, ante tu majestuosidad, para que vayas rompiendo los miedos, destrozando resentimientos y alcances tus ensueños, despiertes con ellos… después caminaremos juntos hasta mi partida, hasta que mis ojos no sean comunes a la vida, cuando nos volvamos a reunir y volver a empezar a llenar nuestro días de esperanzas, no aquí, será larga la espera, sin embargo allí en esa banqueta estaré sentado, hasta que decidas acompañar a esta alma que hoy te escribe desesperado por vivir esos días que vendrán.
De ti recordaré los lagos de espera...la mirada que no buscaba mutar desde mi yo de regaladas ausencias a soportar la estadía que te acusa, no mirabas... no entregabas Descubrirte fue encontrar el mar de silencio sentirme mal al escuchar el eco de mi voz volviendo siempre cargado de palabras, de mi bullicio Me canso también de ser yo quien te escriba que mis letras no floten en ese mar de estática como pesadas placas de metal, un material vacío que pesa tanto para tus ojos De ti me despido...porque no coincidimos la distancia mina, aletarga los encuentros... poco a poco esa tierra que soplaba se apelmaza sobre la piel se hace una costra que no nos deja mover y nuestros dedos quedan a milímetros de tocarse pero nunca lo hacen...se dibuja una costa En ese espacio, mínimo entre nuestros cuerpos... ahí, el viento se convierte en un remolino creando el torbellino de nuestro dilema el que me hace escribirte en secreto... mirando nuestras estatuas de cal a lo lejos y que aún, estando junt
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