Ahora a las horas de la noche les toca borrar tus besos dejados en mi piel, el roce de las manos clandestinas en mi cabello y tus labios derritiéndose en la antesala de los besos, borrar todo, escondidos como las estrellas se esconden cuando el alba las ahuyenta, y nosotros, mientras la noche dura,somos nosotros, desperdigados sentimientos de culpa, vemos las pupilas lejanas de nuestros días, yo preferí esconderlo, tu has alentado mi secreto, descubrí tu piel, descubriste mis labios, ese incesante latido de minutos prohibidos, deliciosa venganza del tiempo perdido, anhelo tus ojos tanto como anhelas mis labios, sin embargo, minutos malditos de roca caen y las horas clandestinas anuncian que la velada es finita, imposible devolverle pasos al camino sin un pesar en la memoria y el rencor al tiempo, plusvalía monótona derramada en mi espalda, imposible devolver sonrisas al destino, incierto como es preferimos dejar nuestros sueños secándose al sol mientras esperamos que nuestro desvelo sea suficiente para encontrarnos amarrados en nuevos besos clandestinos de miel y sal, por las calles de una ciudad marchita que esconde nuestro affaire como testigo mudo de los fracasos del tiempo.
Hola habitación, por última vez saludo nuestro pasado, reverberan sonidos comunes a nuestro andar, la última vez que lo hacen, acá mi habitación camaleón se torna rojiza, esos tonos de traición, los rincones y los recuerdos, las paredes mudas aún, mi habitación dibuja mi estar, aquí y ahora en las ráfagas de angustia que desmoronan su paz, te saboreo por última vez antes de cerrar tu puerta, el ventanal donde dijimos tantas verdades, la nostalgia no es sólo mía y tú lo sabes, derramar las palabras como tantas veces me has visto hacerlo para ti hoy es un deleite ansiado, somos cómplices, refugio y refugiado, somos dos y uno en los recuerdos, el humo, los cigarros, las bebidas, los ungüentos, las horas malgastadas y las risas desperdigadas, tanto aquí en mi habitación, a la que hoy digo adiós, las paredes marchitas y los números de años dibujados en tu ausencia, al parecer nos quitan el uno al otro, marchita ya pareces, mi habitación camaleón, cambiabas de color cada vez que te lo anunci...
Comentarios
Publicar un comentario