Escasos vasos vacíos, testigos de penas ya marchitas que reverberan en mis venas, se adhieren a las paredes de mi inconsciente, resuenan y vibran, un sonido aterrador que trae la luz del día, la hora de despertar y oler la verdad, ya los vasos vacíos emanan el aroma del alcohol no más, un mero pretexto para ahuyentar esas penas con dos gotas de alquitrán y una buena calada de consciencia, ahumados los sentimientos nos disponemos a marchar hacia el vacío del día, obscuridad, fracasos y desdicha pueblan las calles de mi ciudad, espantado por recuerdos vívidos que ya no volverán, la piel de aquellos tiempos se marchita cada vez más con este sol inclemente de horas banales que distraen a la noche,soy tu fantasma, el que te ahuyenta, ese mismo al que buscaste y vaga por las calles de tu indiferencia, el que te incomoda en la noche, el que ahuyenta tus ganas, ese mismo que deseas erradicar, tu cruz...
De ti recordaré los lagos de espera...la mirada que no buscaba mutar desde mi yo de regaladas ausencias a soportar la estadía que te acusa, no mirabas... no entregabas Descubrirte fue encontrar el mar de silencio sentirme mal al escuchar el eco de mi voz volviendo siempre cargado de palabras, de mi bullicio Me canso también de ser yo quien te escriba que mis letras no floten en ese mar de estática como pesadas placas de metal, un material vacío que pesa tanto para tus ojos De ti me despido...porque no coincidimos la distancia mina, aletarga los encuentros... poco a poco esa tierra que soplaba se apelmaza sobre la piel se hace una costra que no nos deja mover y nuestros dedos quedan a milímetros de tocarse pero nunca lo hacen...se dibuja una costa En ese espacio, mínimo entre nuestros cuerpos... ahí, el viento se convierte en un remolino creando el torbellino de nuestro dilema el que me hace escribirte en secreto... mirando nuestras estatuas de cal a lo lejos y que aún, estando junt
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