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Nuestro hoy

Se convertía la noche en monótonas tertulias

la tuya, una más en mi estadía parecía

entre textos anacrónicos tan inimitable te escondías

cientos de horas y un desacierto después, nuestra furtividad coincidía


Mi rostro no dibujaba la suerte con la que me creía

hubo un cierto temblor por dentro como nervios de estudiante

pero al verte sospeché levemente que esto nos pasaría

y como antes esta quimera lancé galopante


Transgrediendo los linderos del corazón y la mente

entre ráfagas de vueltas y huidas

caminabas siempre tu desprevenida

a esta fantasía que tan inminente yo tejía


Luego me regalaste una sonrisa

me abriste las puerta de tu lugar secreto

en el que ahora construyo nuestro recuerdo

y aunque a veces te miro desde mi celosía 


Tus palabras claras me han dicho lo que quería

como una oleada de esperanza  reverdece mi fervor

un tsunami de agreste verdor 

porque en nuestra tertulia nunca encuentro monotonía

y una copa de vino alzo por nuestro hoy




 

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