He sido un sueño imposible tatuado en las pupilas cotidianas del tiempo, una palabra, un vapor, y no lo he aprovechado, he sido verbos, he sido adjetivos, pero no soy más que un nombre silbado al viento, he pasado de ser un amigo a un idilio prohibido, me he aprovechado de lo que he sido en ciertos momentos, en otros no he querido saberlo, pero por ahí se dice que también he sido el sueño de princesas de turno, he querido ser tantas cosas, pero ninguna ha salido como he querido, he vivido en la memoria, en la espuma de las olas, he vivido en una carta, en el color sepia de fotos olvidadas, aunque no lo sepa he sido un desamor, he sido el beso prohibido de alguna que otra, he sido la tortura, el alivio y la desesperanza de ninguna, he sido lágrimas, risas y sentimientos encontrados, he sido víctima, y no ha quedado testigo de haber sido algo que nunca he sido, he sido una mentira, una coartada, una salida….pero nunca la mía, también fui una caricia, una velada desesperada para aplacar sentimientos hastíos, fui una docena de rosas, fui una carta desesperada quizás soy una canción alzada al viento, pero no soy yo, si he sido eso, es porque el tiempo ha decidido colocar a mi destino en el momento justo para que jale mis cuerdas y como buen verdugo ha sabido ejecutar cada segundo con la precisión que sólo su hoz consigue, soy porque soy, fantasma de la soledad presente oculto, un recuerdo, una palabra una noche prohibida o quizás soy sólo yo porque no he podido ser más nada que lo que soy.
De ti recordaré los lagos de espera...la mirada que no buscaba mutar desde mi yo de regaladas ausencias a soportar la estadía que te acusa, no mirabas... no entregabas Descubrirte fue encontrar el mar de silencio sentirme mal al escuchar el eco de mi voz volviendo siempre cargado de palabras, de mi bullicio Me canso también de ser yo quien te escriba que mis letras no floten en ese mar de estática como pesadas placas de metal, un material vacío que pesa tanto para tus ojos De ti me despido...porque no coincidimos la distancia mina, aletarga los encuentros... poco a poco esa tierra que soplaba se apelmaza sobre la piel se hace una costra que no nos deja mover y nuestros dedos quedan a milímetros de tocarse pero nunca lo hacen...se dibuja una costa En ese espacio, mínimo entre nuestros cuerpos... ahí, el viento se convierte en un remolino creando el torbellino de nuestro dilema el que me hace escribirte en secreto... mirando nuestras estatuas de cal a lo lejos y que aún, estando junt
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