Aquí de nuevo a la deriva entre carcajadas rotas y lágrimas de cristal, he decidido que mi paisaje natural es el desconsuelo abismal, la desgracia temprana, como la brisa tumba al nido, así he decidido ser hoy, una ráfaga de maldiciones, una venganza de la conciencia, he pasado de ser un anhelo a convertirme en consuelo de la noche, de la sal, de la lluvia perpetua en mi lodazal, en el solar del tiempo, en la esquina del olvido, soy yo quien destruye ilusiones y corta corazones, soy yo quien decide esperar la noche y borrar los días, soy quien soy en soledad tardía, anticipada por tantas lágrimas de corazones vacíos, aquí soy desconsuelo de ojos profundos, me he convertido en algún deseo prohibido, para más nadie, sólo el mío... he querido ser cuando no soy, ni he tenido la oportunidad de ser lo que siempre he sido, sólo estar en el efímero día de la venganza, en la luna roja de las promesas incumplidas, soy yo quien ahoga las palabras, el que mata los suspiros y quien ahoga los ensueños de días mustios en el gabinete del sol… se hizo la paz para yo poder destrozar las esperanzas de conservarla.
De ti recordaré los lagos de espera...la mirada que no buscaba mutar desde mi yo de regaladas ausencias a soportar la estadía que te acusa, no mirabas... no entregabas Descubrirte fue encontrar el mar de silencio sentirme mal al escuchar el eco de mi voz volviendo siempre cargado de palabras, de mi bullicio Me canso también de ser yo quien te escriba que mis letras no floten en ese mar de estática como pesadas placas de metal, un material vacío que pesa tanto para tus ojos De ti me despido...porque no coincidimos la distancia mina, aletarga los encuentros... poco a poco esa tierra que soplaba se apelmaza sobre la piel se hace una costra que no nos deja mover y nuestros dedos quedan a milímetros de tocarse pero nunca lo hacen...se dibuja una costa En ese espacio, mínimo entre nuestros cuerpos... ahí, el viento se convierte en un remolino creando el torbellino de nuestro dilema el que me hace escribirte en secreto... mirando nuestras estatuas de cal a lo lejos y que aún, estando junt
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