Ayer reconocí en tu mirada, los vestigios del tiempo, la voz recobró el tono vivo de las noches prohibidas que no saben los días que alguna vez existieron, así pasó la vida, así a un año de nuestra despedida aún curioseo los callejones de nuestra historia, busco sonámbulo las miradas perdidas y resiento los besos que nunca se dieron, aún en el palpitar de una sonrisa, en estrechar la mano de un tiempo que no veía luz, así tu forma de ser aún no se ha ido, un que habría pasado eterno y una mira más, perdida entre mis recuerdos, allá tu con tu vida resplandeciente acá yo con mi historia naciente, apartados por banales prejuicios y dispuestos quizás a un concilio secreto, después las palabras atoradas en la garganta no consiguen sanar el desperdicio de noches salvadas por las horas del reloj y por la duda maldita de no querer pasar la vida en una celda vacía contemplando fotos marchitas y con miedo a volver a vivir.
De ti recordaré los lagos de espera...la mirada que no buscaba mutar desde mi yo de regaladas ausencias a soportar la estadía que te acusa, no mirabas... no entregabas Descubrirte fue encontrar el mar de silencio sentirme mal al escuchar el eco de mi voz volviendo siempre cargado de palabras, de mi bullicio Me canso también de ser yo quien te escriba que mis letras no floten en ese mar de estática como pesadas placas de metal, un material vacío que pesa tanto para tus ojos De ti me despido...porque no coincidimos la distancia mina, aletarga los encuentros... poco a poco esa tierra que soplaba se apelmaza sobre la piel se hace una costra que no nos deja mover y nuestros dedos quedan a milímetros de tocarse pero nunca lo hacen...se dibuja una costa En ese espacio, mínimo entre nuestros cuerpos... ahí, el viento se convierte en un remolino creando el torbellino de nuestro dilema el que me hace escribirte en secreto... mirando nuestras estatuas de cal a lo lejos y que aún, estando junt
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